15º Festival Internacional de Cine Valdivia

About a son Por René Arriagada

Director: AJ Schnack
País: EEUU
Formato: 35 mm
Duración: 96 Minutos

Son 96 minutos extraídos de 25 horas de conversación telefónica con el ex líder de Nirvana. Es el mismo quien nos relata su vida de manera cruda y AJ Schnack, director del documental, pasa a ser un mero puente entre el espectador y los descarnados relatos de un Cobain que parece no tener filtros.

Esta vez no se buscan respuestas a su muerte, esta vez no hay glorificaciones, solo es una muestra en bruto de testimonios sin asco, donde de manera directa nos enteramos de primera fuente lo que pasaba por la cabeza de Kurt, seis meses antes de su fatal partida.

El documental se divide en tres etapas que guardan relación estricta con tres lugares donde vivió: Aberdeen, Olympia y Seattle. Las imágenes de las ciudades que son acompañadas por el relato de Kurt se terminan de fundir de manera sincronizada con la banda sonora de su vida. Donde cada canción es intercalada por relatos potentes de Kurt y las imágenes se suceden de manera sincronizada con la narración y la excelente parrilla musical del docu, también programada por el propio Rubio, gentileza de su variados gustos.

No aparece Cobain, no hay música de Nirvana y con suerte al final se pueden observar unas fotografías del desgreñado rubio. Sin embargo, lejos de ser un punto en contra, el que no aparezcan imágenes, engancha e inquieta durante todo el documental.

Es un desglose desolador, soberbio y rabioso, que saca a relucir de manera pausada la niñez de Kurt, su proceso de desadaptación una vez que creció, sus traumas, dolores estomacales y su adicción a la heroína, ingredientes más que atractivos para la masa de fans ansiosos que desean enterarse de los detalles más íntimos.

También es un viaje que permite acercarse de manera directa con una época y una
generación norteamericana, que de a poco fue perdiendo el interés en el sueño americano y la posibilidad de un relato o discurso que unifique ante la generación excesiva de información y tecnología. Cobain es el gancho perfecto, porque más que cobain, es un chico más de cualquier país occidental que cuenta su historia. Historia que de no ser por su chapa de estrella del rock, no tendría mayor efecto.

Festival Internacional de Cine Valdivia

Lo malo de alargar un buen corto
(por luis veoporni)

Película: Lo bueno de llorar

Director: Matías Bize

El domingo se estreno en el renovado y mítico Teatro Cervantes de Valdivia, Lo bueno de llorar, el tercer largometraje del novel cineasta chileno Matías Bize, grabado en Barcelona .

Es un lugar común de los últimos años, ocupar temáticas que involucren relaciones de pareja para hacer películas, dentro de esta gama destacan las que aluden a los quiebres amorosos y los procesos de mutación mental que estos implican. El tema es casi un comodín, siempre y cuando logren empatía del que ve con sus protagonistas, de lo contrario es un arma de doble filo.

En este caso Bize, que con su anterior creación (En la cama - 2004), logró empatía a través de diálogos relativamente livianos, que mantenían la atención, no lo consigue está vez. Lo bueno de llorar es hora y media de un drama que no se afiata como tal, y que presume de diálogos profundos que dejan la sensación de querer imponer a la fuerza una chapa de “trascendencia” descomunal en las conversaciones de sus protagonistas.

La cámara en constante movimiento siguiendo a los protagonistas o abusando de los planos largos, intentan darle realidad e intensidad a cada escena, pero lejos de hacerlo, la falta de ritmo termina por darle una duración exagerada a sucesos que no lo requieren. Con todo esto, pierde peso –sin ser malo- el guión que podría haberse realizado en la mitad del tiempo que dura la cinta.

A pesar de esto, las actuaciones logran por momentos mantener la tensión y la expectación, merito de los actores (Alex Brendemülh y Vicenta Ndongo) tomando en cuenta lo largas que se hacen las acciones, plagadas además de silencios innecesarios. Dentro de tantos planos eternos, hay diálogos que si provocan y trasmiten la tensión que Bize quiere lograr, lamentablemente son muy pocos.

La escena del supermercado, uno de los momentos de mayor conflicto es arruinado por una sucesión de planos fijos en donde los personajes no realizan mayores movimientos, haciendo de cada toma un tedio, si sumamos los silencios "profundos" que abarrotan más del 50 % de la película.
Para ver completo esto visite desde mañana https://www.chileinformado.cl

Afiche: https://www.dibafestival.com

Rescate Añejos

No publicado del 2005
Redolés en Conce ( por Rana )

“La última vez que estuve en la UBB

de Conce me echaron con los pacos”

¿A qué hora empieza la cosa?
Redolés: Y vos quien soy…
Somos estudiantes, ella es la Cote y yo Re…
Redolés: No si ella se presentó pero a ti no te conozco.
Aps tenis razón, yo te haré preguntas y ella sacará fotos ¿podemos?

Redolés:Ya dale ahora sí, preséntate antes pa la otra

Sábado 20 de Octubre de 2005. Mauricio Redolés guitarra en mano, recorre uno de los corredores que rodean la plaza de la democracia en la U del Bio, en pocos minutos más va a terminar el foro “Marihuana, el mito de un debate cerrado” y él es invitado estelar para cerrar la cita, con su clásica mezcla rockera poética.

Le pega la última pitia a su cigarro antes de subir a escena, entre tanto ajetreo por su presencia y la del team cáñamo, recuerda entre risas que la última vez que tocó en el lugar fue sacado por carabineros. “Parece que fue para un aniversario, subí al escenario y me puse a recitar, en eso se ponen a pifiar y me piqué, voté los equipos y al animador lo hice caer del escenario”.


¿Y qué pasó?
Luego los pacos me sacaron de la U, aún así tengo recuerdos buenos, hubo mucha gente que me defendió.
¿Pero porqué te pifiaban?
Era una wea de aniversario, onda querían bailar, concursos y ese tipo de cosas. Y me subo yo po, na que ver la wea. De ahí que no estaba en esta “U”, ha pasado harto ya, pero parece que hoy hay más buena onda, (ríe).

Se nota abúlico -según sus palabras- la desidia que carga la provoca la exclusión cultural que genera un sistema económico que industrializa la cultura, dejando cada vez menos espacios para artistas como él. Aunque no le gusta encasillarse como músico o poeta, asegura sentirse un poco más cómodo con la poesía. Califica el Foro Pitero como una iniciativa que sirve para desmitificar el uso de la marihuana “desde antes de la colonia que se plantaba cáñamo en Chile, es obvio que debiera legislarse el consumo de hierva”.

Una vez en el escenario se da maña de tocar más de una hora, promociona su disco 12 Thomas con un “¡¡ A solo cinco mil pesos!!”, lo que causa más de una risa en el público. Redolés responde con un “¡¡¡ Estos son los mismos que pagan 10 lucas por la Miriam Hernández o el Alberto Plaza!!!” y las risas se acaban de golpe. Para cerrar la cita, guarda la guitarra y saca un libro con poesías, desde donde saca el infaltable Bello Barrio para terminar y dejar a la gallada tranquila.